Están presentes en casi cualquier lugar de la casa y el coche, aparecen por nuestros bolsillos, debajo de nuestros muebles, en los recovecos del sofá... estamos hablando de las monedas, unos objetos muy cotidianos y sencillos que como muchos otros la mayoría de nosotros damos por sentados, objetos que, aunque puedan parecernos modernos, fueron inventados hace miles de años, a medida que el sistema económico de las civilizaciones antiguas se volvía mas complejo, se establecían nuevas colonias mercantiles y las necesidades económicas de una sociedad cada vez mas especializada en todos los aspectos demandaba una forma de trueque estandarizada, practica, portátil e imperecedera, basada en los metales preciosos.
Premoneda de bronce con forma de aro (Celtic Ring)
El comercio existía mucho antes de existir la moneda. El intercambio de cereales y otros productos agrícolas por metales era una constante en el mundo antiguo. Egipcios fenicios y Griegos usaron el trueque como una baza eficaz hasta la aparición de las primeras premonedas. El ganado, el cereal e Incluso la sal, (de ahí la palabra salario) funcionaron mucho después de las primeras acuñaciones, y es un dato a tener en cuenta que se hayan encontrado lingotes de metal premonetal con grabados de animales domésticos y la temática frecuente de los mismos en varias acuñaciones arcaicas, como si quisieran recordarnos que esas vacas, caballos y ovejas antaño funcionaron como medio de cambio.
Las Primeras Monedas
Fueron los griegos, una vez mas los pioneros. Aparecen las primeras monedas en Asia Menor, a finales del siglo VII a.C, cerca de Lidia, en un tesorillo, (se llama tesorillo a un conjunto de monedas enterradas) bajo los cimientos del templo arcaico de Artemisa, como ofrenda votiva y muy probablemente de carácter fundacional. Son monedas de electrón, una aleación de oro y plata, por primera vez acuñadas, es decir con un cuño oficial que les da valor circulatorio. La plata acaba afianzándose como metal base de las acuñaciones, y la moneda se extiende por Grecia con el dracma como unidad básica. Las piezas mas arcaicas solo se acuñan por una de sus caras, presentando la otra en muchas ocasiones cuadrados o elementos geométricos incusos.
Dracma de Byzantion 340-320 a.C
Del pequeño comercio local al pormenor se había pasado a campañas comerciales de gran envergadura que requerían fundaciones coloniales de carácter comercial, flotas de barcos y organización logística, y de esto sabían mucho los griegos y los fenicios. La antigua Emporiton Griega, la actual Ampurias, fundada por los focenses de la griega Massalia, la actual Marsella, recibe este nombre que significa comercio, mercado o almacén, que permanece hasta el día de hoy como “Emporio”. Embarcaciones fenicias de la mítica Tiro, recorrieron todo el mediterráneo en campañas comerciales dejando una constelación de colonias y enclaves...Kitión, Cartago, Gadir, Ebusus...por mencionar algunas.
Dracma de Massalia (actual Marsella)
Los excedentes agrícolas son vendidos, o, como en el caso de en algunos establecimientos fenicios de occidente, intercambiados con la población local a cambio de metales preciosos. Ánforas de vino y aceite, junto con artículos de lujo son intercambiados por plata, oro, cobre, plomo y estaño a las comunidades indígenas, creando lucrativas redes comerciales donde posteriormente circularían las primeras monedas.
Ánforas y lingotes de plomo procedentes de un pecio submarino de Cabrera, Museo Arqueológico de Lluc, Palma de Mallorca.
V.R.S