Momias, Parte 3: Mascotas y Sirvientes

La leona Sejmet, diosa de la guerra (Museo Egipcio de Turín)

A las personas de hace cuatro mil años les gustaban tanto los animales como a nosotros, o puede que incluso más. Se sabe que los egipcios eran grandes amantes de gatos, perros y monos, y que ademas tenían en alta estima tanto animales domésticos como a salvajes. Muchas de sus deidades tenían configuraciones animales, de hecho ellos pensaban que los animales en sí eran divinos.

Era tan importante el papel de las mascotas en el antiguo Egipto, que muchas han llegado hasta nosotros en forma de momias. Los dueños de estos animales querían conservarlos por toda la eternidad, por eso, amos y mascotas eran momificados y enterrados juntos. Cabe destacar también que algunas deidades exigían el sacrificio y momificación masivo de animales, como era el caso de la diosa Bastet. Se han encontrado cantidades ingentes de momias de gatos dedicados a esta deidad.


La diosa Bastet tiene forma de gato y el dios Tot, era el dios de la sabiduría y era representado por un babuino (Museos Vaticanos)

Este enorme cocodrilo lleva momificado miles de años (Museo Egipcio de Turín, composición fotográfica)

Varios gatos momificados y momia de ternera (Museo Egipcio de Turín)



Un ejército de sirvientes

Los egipcios querían vivir como reyes en su “otra vida”, para ello era necesario siempre tener a mano un buen regimiento de trabajadores que hicieran las labores domésticas y los trabajos mas sucios. Para esto estaban los Ushabti, unas pequeñas figurillas de forma humana de aproximadamente unos 13 o 14 cm, que según creían, tomaban vida tras la muerte del difunto y le servían alegremente, estaban ordenadas en cajas o estuches y en algunas tumbas se han encontrado por centenares.



Figurillas Ushabti de pasta vítrea azul pertenecientes al ajuar funerario del faraón Seti I. Estos trabajadores serían los encargados de realizar todas las tareas para el difunto rey. (Museo Egipcio de Turín)