Conjunto de ánforas expuesto en el Museo Arqueológico de Ibiza
¿Qué es un ánfora?
El ánfora era el contenedor por excelencia de la antigüedad. Tenía el aspecto de un jarrón grande con dos asas que terminaba en punta. Se empezaron a utilizar aproximadamente en el 1500 a.C y es a los fenicios a quien principalmente se atribuye su invención, ya que los primeros ejemplares aparecen especialmente en Fenicia, en su zona costera. Los fenicios eran grandes mercaderes y navegantes, y debido al importante aumento de las actividades comerciales en el Mediterráneo propiciadas por los griegos, y claro está, por ellos mismos, se hizo necesaria la creación de un contenedor adecuado para el transporte de sus mercancías perecederas. Los arqueólogos submarinos y los pescadores encuentran con frecuencia numerosos pecios (naufragios) llenos de montones de ánforas y restos de éstas, lo que nos da una clara idea de la gran actividad comercial que había en el mediterráneo antiguo, y del importante papel, muchas veces subestimado, que desarrollaron estas humildes piezas en la creación del comercio a gran escala.
Pecio de un barco griego de Cirene, en él se pueden ver restos de ánforas. Fotografías expuestas en el Museo de Lluc, Mallorca
¿Que transportaban en ellas?
Ánforas romanas, siglo I a.C. Para Aceite(1), para salazones(2) y para vino(3). Museo Arqueológico de Mallorca
Principalmente Alimentos y bebidas. Por lo general se tiende a pensar en las ánforas como botellas gigantes, y lo cierto es que transportaban en ellas cantidades ingentes de líquidos, principalmente vino y aceite. Pero no solamente servían para ese cometido, en ellas también se transportaban alimentos sólidos, como los cereales y las aceitunas, y también frutos secos como higos y almendras, y semisólidos como la miel. Pero no solo eso, sirvieron de transporte para dos productos que hicieron célebres a los fenicios: las salazones (conservas de pescado salado) y el Garum. El Garum era una salsa que se fabricaba con tripas, cabezas y restos de los pescados, los cuales se dejaban fermentar en sal. Esta salsa que se usaba muchísimo para acompañar la carne, era muy apreciada en todo el mundo antiguo, no solo por fenicios y griegos, ya que también volvía locos a los romanos, podemos decir que era el ketchup de la antigüedad.
Moneda fenicia de Gadir (Cádiz) 50 a.C - 23 d.C. En ella pueden verse dos atunes, los fenicios utilizaban estos peces para fabricar salazones
Así que para transportar esta variedad de productos tan delicados hacía falta un contenedor barato, resistente e impermeable, y el ánfora cumplía con todos los requisitos. Las ánforas estaban hechas de cerámica, terracota o tierra cocida, no muy distinta a la que se utiliza actualmente en tiestos y tejas, gracias a esto mantenían los alimentos frescos y alejados de la luz, además las ánforas que iban a destinarse a contener líquidos eran tratadas con una capa de grasa, resina o brea que impedía cualquier tipo de filtrado o pérdida. Además se cerraban con tapones de corcho o barro sellados con resina, lo que hermetizaba el contenido conservándolo durante muchísimo tiempo.
Ánforas púnico-ebusitanas de tipo Mañá, características de Ebusus, Museo Arqueológico de Ibiza
Las ánforas eran económicas, la materia prima para confeccionarlas no era ni cara ni difícil de conseguir, y además se fabricaban en grandes cantidades en talleres de alfarería. En muchas ocasiones las ánforas contaban con grabados o inscripciones alusivas al taller o el fabricante del cual procedían. Gracias a esto se pueden realizar estudios sobre el alcance comercial de una región.
Un taller de alfarería romano en Pompeya, Nápoles. Contiene gran cantidad de ánforas que nunca llegaron a usarse
Morfología
Algo que llama la atención de las ánforas es que la mayoría no tiene una base plana sobre la cual reposar. Esta forma cónica les daba resistencia, facilidad de almacenaje y versatilidad, ya que podían colocarse incluso directamente en la tierra, cavando un agujero. Para ordenarlas se las colocaba en una especie de enrejado de madera que las mantenía de pie, este mismo sistema era adoptado por los barcos cargueros que transportaban grandes cantidades de ánforas. En las tiendas de alimentos los mostradores contaban con una serie de vanos en los cuales era posible encajar las ánforas con diferentes productos para su venta. Tenemos ejemplos de estos establecimientos perfectamente conservados en Pompeya.
Ilustración de un barco de carga de la antigüedad con un cargamento de ánforas en la bodega. Museo de Lluc, Mallorca
Una tienda de comestibles romana perfectamente conservada, Pompeya, Nápoles.
Ánforas, un objeto de usar y tirar
Aunque es muy probable que las ánforas que se usaban para transportar alimentos sólidos como grano y frutos secos se volvieran a reutilizar, no sucedía lo mismo con las que habían contenido líquidos como el vino, el aceite o las salsas de pescado. Estas ánforas no se reutilizaban, se arrojaban en vertederos. También eran utilizadas para rellenos en la construcción, o troceadas y añadidas al mortero para fabricar hormigón ligero. Referente a los vertederos de ánforas hayamos un caso excepcional en Roma. Durante los siglos I - III d.C cierto lugar en el centro de la urbe y muy cercano al Circo Máximo sirvió de basurero donde se arrojaban cantidades ingentes de ánforas, que en su mayoría habían servido para traer aceite desde España, lo que llegó a generar un monte artificial que actualmente tiene 50 metros de altura y que en época romana sería mucho mayor.
Vista aérea del monte Testaccio en Roma, en una captura extraída de Google Maps
Curiosidades de las ánforas
Aunque estas piezas eran el objeto clave del transporte de mercancías en el Mediterráneo, en ocasiones eran usadas con otros fines, especialmente funerarios. Han aparecido algunas ánforas bellamente decoradas y de claro carácter ornamental formando parte del ajuar funerario de tumbas griegas. También era frecuente recurrir a las ánforas para los enterramientos infantiles en el mundo antiguo, tenemos varios ejemplos en el Museo Arqueológico de Ibiza. Las ánforas también sirvieron para esconder tesoros, se han encontrado grandes fortunas de monedas dentro de ellas.
Ánfora ornamental Griega, mitad del siglo IV a.C, Museo Arqueológico de Milán. De temática funeraria, representa una visita a la tumba. En el centro de la escena hay erigido un monumento fúnebre formado por una columna jónica sostenida por un basamento con dos gradas. Una mujer joven que lleva una cesta visita al difunto, que está de pie desnudo
Enterramiento Infantil 250 - 255 a.C, Museo Arqueológico de Ibiza. Se trata de la inhumación de un bebé de seis meses dentro de un ánfora púnico-ebusitana, con un ajuar funerario compuesto por un collar, pendientes de plata, dos brazaletes y dos monedas
El ánfora en la numismática antigua
El ánfora no es un elemento muy frecuente en la numismática aunque aparece en algunas acuñaciones griegas de Lesbos y Locris, y de manera discreta y secundaria forma parte de los cuños de algunos denarios republicanos romanos. Probablemente la moneda mas representativa de este elemento sea el tetradracma ateniense de nuevo estilo.
Tetradracma ateniense de nuevo estilo, 151 a.C. En el anverso encontramos una lechuza posada sobre un ánfora que tiene grabada la letra "H", a su derecha hay dos antorchas. En el reverso un busto de Atenea tocada con un casco ático
V.R.S
Bibliografía:
Escarabeos del Museo Arqueológico de Ibiza - J.H. Fernández y J.Padro
Tipología y cronología de las ánforas prerromanas del Guadalquivir - M.Pellicer Catalán
Sobre los tipos antiguos de las ánforas púnicas Mañá A - J.Ramón
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